Vivimos en un mundo donde la violencia ataca constantemente, un ambiente violento rodea a los más susceptibles: los niños y niñas.
El maltrato infantil se define como los abusos y la desatención de que son objeto los menores de 18 años, e incluye todos los tipos de maltrato físico o psicológico, abuso sexual, desatención, negligencia y explotación comercial o de otro tipo que causen o puedan causar un daño a la salud, desarrollo o dignidad del niño, o poner en peligro su supervivencia, en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder. La exposición a la violencia de pareja también se incluye a veces entre las formas de maltrato infantil.
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/child-maltreatment
Podemos generalizar en 4, los tipos de maltrato:
- Abuso sexual
- Abuso físico
- Abuso psicológico
- Negligencia
¿Qué son?
El sexual es aquel que involucra sin consentimiento ni entendimiento de un niñx, miradas, contacto físico, engaños, seducción dentro de un contexto sexual.
Dentro de los abusos, el físico es que pueda provocar lesiones físicas o enfermedades.
El abuso psicológico, representa agresiones como gritos, provocar temor o terror, ignorar o descuidar las emociones en un niño.
La negligencia es cuando se omite el cuidado de las necesidades básicas de un niñx como su salud, alimentación, vivienda, educación, etc.
La violencia en niños produce daños, muchos de ellos permanentes y en algunos casos, fatales.
Estos daños pueden manifestarse en su vida pero también en su salud como los siguientes síntomas o consecuencias:
- Depresión
- Ansiedad
- Actos de violencia
- Consumo indebido de drogas ó adicciones
- Comportamiento sexual de alto riesgo
- Ataques físicos a sí mismos
- Intento de suicidio
Esta de más decir que sí detectas uno o más de estos comportamientos o síntomas, debes actuar de inmediato. El amor es la primer medicina y herramienta que deberás administrar, está en el cajon más cercano, tu corazón. El amor hará efecto de inmediato y con toda su potencia.
No podemos olvidar que cuando hemos enfermado, en algunos casos, una medicina no lo cura todo., apóyate de un profesional y experto en el tema. Te dará toda la información, además de orientarte a iniciar los tratamientos o terapias correctas para iniciar un camino de restauración e ir sanando todas las heridas provocadas en ese pequeño corazoncito.
Nunca es tarde para limpiar las lágrimas de un pequeñito o pequeñita y cambiarlas por paz. Evita tragedias en su adolescencia o vida adulta.